PARA ESTA TEMPORADA SE ESPERA UNA PRODUCCIÓN DE 4.100 TONELADAS.
La cereza es uno de los frutales de primicia de Mendoza junto con el damasco. Por lo tanto, es sumamente importante contar con una estimación anticipada de los volúmenes esperados para la cosecha. Tanto para prever la producción, como para vislumbrar el desenvolvimiento de toda la temporada.
La elección de las variedades analizadas está dada, en primera medida por la importancia en superficie que revisten las mismas, como por el interés que han expresado los productores y empresarios de los galpones.
Los volúmenes esperados de las dos zonas productivas presentan una distribución de calibres con el 41% de frutos mayores a 26 mm, este porcentaje es mayor en el Valle de Uco, que alcanza un 48% de los frutos en este rango. Cuando analizamos los calibres, teniendo en cuenta el volumen que representan, se observa que del total de la producción esperada, 1.681 toneladas son de calibres más grandes. El Valle de Uco es el de mayor importancia, ya que produciría el 84% del volumen esperado.
Aunque hubo heladas en el momento de floración del cerezo, afectó de manera diferente, según las variedades, la zona, el manejo de las parcelas, entre otros factores. Es decir, que en el momento de monitoreo en octubre, se encontraban árboles con carga completa y otros afectados por las contingencias climáticas.
Al analizar la evolución de las producciones en los últimos 10 años, se puede ver una importante recuperación del sector de cereza en las dos últimas temporadas, respecto a las dos temporadas anteriores. El Valle de Uco representa el 84 % de la producción de la provincia. En el oasis Norte se encuentran las variedades de primicia.
Si esta distribución se analiza desde el punto de vista del volumen, podemos suponer que del total de volumen esperado, 1.681 toneladas serán cerezas de calibres grandes y 2.419 toneladas serán de calibres medianos y chicos.
Si este calibre esperado se encuentra acompañado de buena sanidad, y buenas prácticas de manejo en el momento de cosecha y postcosecha, podrían formar una oferta exportable para los mercados que prefieren cerezas de calibre grande.
Este frutal se encuentra implantado en la zona Norte (Luján, Maipú y Las Heras) y en el Valle de Uco (Tunuyán y Tupungato).
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